A Charlie Kaufman le gusta estar siempre alejado de narrativas convencionales y se esfuerza mucho en hacer un cine que no deje indiferente… para bien o para mal. Y aunque tiene algunos momentos interesantes, creo que en conjunto «Estoy pensando en dejarlo» no me ha gustado. Quería que me gustara, me dejé llevar por esa pesadilla existencialista, pero al acabar la película me dejó indiferente, confuso y con la sensación de que me ha tomado el pelo.
En esta película Kaufman tiene el control total (también la dirige además de escribir el guión) y ese es uno de los mayores problemas de esta obra: Kaufman necesita alguien que le ate en corto para que no haga todo lo que realmente quiere, alguien que le ofrezca un salvavidas al relato con el que el espectador pueda sobrevivir. En esta ocasión no ha dado ninguna concesión y el no-relato acaba siendo excesivamente pretencioso sin conseguir gustarme.
